domingo, 1 de abril de 2018

Exposición «Neandertal» en el Musée de l’Homme, París


Viaje en el tiempo

Una hermosa y sugestiva exposición acaba de abrirse al público en París, en el Musée de l’Homme. En su núcleo está una cuestión abierta: nosotros, que nos llamamos seres humanos, ¿quiénes somos…? Aunque en este caso la atención se concentra en la presentación de los datos que la prehistoria y la arqueología nos dan, actualmente, sobre una especie biológica: el «Hombre de Neandertal», muy próxima a la nuestra.


Si bien los primeros restos fósiles de esta especie se encontraron en Engis (Bélgica), en 1826 y en Gibraltar, en la cantera de Forbes, en 1846, fue a partir de 1856, año en que se descubrieron nuevos restos en el valle (que en alemán se dice Tal) de Neander (cerca de Düsseldorf), cuando acabó identificándose a esta especie de homínidos, hasta entonces no conocida. La denominación «Hombre de Neandertal» fue propuesta en 1864 por el geólogo William King.
De modo que los neandertales han centrado la atención de los científicos desde hace ya más de 150 años. Pero no sólo, porque a través de toda una serie de registros escritos y visuales, con una gran proyección a partir de la segunda mitad del siglo XIX, han estado también presentes con una gran intensidad en la opinión pública.


Así se forjó el tópico del Neandertal como un antepasado, primitivo y bárbaro, de nuestra especie. Sin embargo, con el paso del tiempo, los nuevos registros fósiles y la investigación científica han ido borrando esa idea: los neandertales eran cazadores recolectores, igual que las comunidades de «Homo Sapiens» durante milenios, estaban dotados de grandes habilidades prácticas, dominaban la expresión y los registros simbólicos, y enterraban ritualmente a sus muertos. Últimamente se ha podido incluso constatar su hibridación, o cruce biológico, con nuestra especie. Los científicos hablan hoy de dos especies muy próximas: «Homo Sapiens Neanderthalis» y «Homo Sapiens Sapiens».  

Cráneo neandertal: "L'Homme de la Chapelle aux Saints". Paleolítico Medio, Francia.

A través de una magnífica síntesis de los datos científicos más avanzados, con 260 objetos expuestos, entre los que destacan un importante número de restos fósiles, de los muy escasos que se conservan y han sido hallados, y todo un conjunto de dispositivos multimedia, la exposición consigue traernos a los neandertales a la vida, los sitúa junto a nosotros. Y en ese planteamiento destaca la intención anti-racista: ni bárbaros, ni primitivos. En sentido estricto, los neandertales son nuestros semejantes. O, en un sentido coloquial, nuestros primos.
El itinerario se articula en tres partes: «1. El tiempo de una jornada», «2. El tiempo de una vida», y «3. El tiempo de una especie». Los restos fósiles, las reconstrucciones escultóricas, las proyecciones, los dispositivos interactivos, pinturas, carteles, cómics, y toda una serie de textos referenciales en las paredes (de particular importancia las citas de Claude Lévi-Strauss) nos permiten viajar en el tiempo, y advertir cómo los tópicos peyorativos sobre los neandertales no tienen la menor consistencia.

Reconstrucción de la vida cotidiana de un grupo neandertal en un refugio temporal. 

Cazadores recolectores, nómadas, los neandertales no vivían en el fondo de las cavernas, sino en la entrada de las grutas, bajo el abrigo de las rocas. Tenían también la habilidad práctica para construir refugios temporales en los espacios abiertos, que utilizaban en sus desplazamientos para cazar, recolectar vegetales, o aprovisionarse de piedras. Su menú alimenticio era bastante variado: muy importante el consumo de la carne y la grasa animales, pero consumían también plantas salvajes, crudas o cocidas, frutas, pescados de agua dulce, y mariscos.

Una mujer neandertal hoy, entre nosotros.

Vivieron en pequeños grupos, desplazándose a todo lo largo de Eurasia, según los datos actuales entre hace 350.000 y 28.000 años, cuando se produjo su desaparición, sobre la que todavía no hay una explicación definitiva. Un acontecimiento, este último, que en sí mismo debería ser objeto de atención para todos nosotros. Las especies biológicas están sometidas a todo tipo de riesgos. La conservación de los ecosistemas y el cuidado del planeta deben ser, en todo momento, objetivos prioritarios.



* Néandertal; Musée de l’Homme. Comisariado científico: Marylène Patou-Mathis y Pascal Depaepe. Del 28 de marzo al 7 de enero de 2019.

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