domingo, 15 de abril de 2018

David Goldblatt en el Centro Pompidou, París


El narrador de la visión

En París, el Centro Pompidou dedica una magnífica exposición retrospectiva, verdaderamente deslumbrante, a la obra del gran fotógrafo sudafricano David Goldblatt (1930). En 2002, ya pudimos ver en Barcelona, en el MACBA, una muestra que seguía el mismo criterio: un recorrido, temático y temporal, a través de las distintas fases de su obra. En esta ocasión, el recorrido es más amplio y cuenta con la intervención directa del propio Goldblatt, en los vídeos que introducen las distintas secciones y en los numerosos textos escritos por él que acompañan muchas de las obras expuestas.


Pequeño propietario, guardavía, que soñaba con hacer un jardín, sin ladrillos ni cemento, irrigado por esta presa (1962). Impresión de gelatina de plata, 48,5 x 33 cm.


Se han reunido más de doscientas fotografías y unos cien documentos hasta ahora inéditos, procedentes de los archivos de Goldblatt. La muestra se articula en dos partes. La primera, que consta de siete secciones, está dedicada a sus series históricas. La otra parte, que tiene por título «Estructuras», es un ciclo fotográfico que se extiende durante 35 años. Cada serie está introducida por una imagen reciente, concebida como un signo de la fidelidad del fotógrafo a sus temáticas.
Y la verdad es que esta última cuestión es sin duda relevante: hay un hilo conductor y una coherencia que se mantienen a lo largo del tiempo, dando una profunda unidad a toda la obra de Goldblatt. Nacido en el seno de una familia judía, que se estableció en Sudáfrica huyendo de las persecuciones anti-semitas en los países bálticos, Goldblatt es, a través de imágenes y textos, uno de los testigos referenciales de la tormentosa historia de la nación sudafricana.


Comando de seguidores del National Party, escoltando a Hendrik Verwoerd, principal arquitecto del apartheid, en las celebraciones del 50 aniversario del Partido (1964). Impresión de gelatina de plata, 33 x 48,5 cm.


Una historia tormentosa caracterizada por un nombre: Apartheid, que encierra un terrible proceso de segregación racial, un sistema político y social de dominación de los blancos sobre las personas de color. Las series históricas se centran en las particularidades, en los detalles concretos de la vida de las personas, blancos y negros, en sus ambientes domésticos, en sus lugares de trabajo, y también en las características de una naturaleza modificada por la acción humana.
Y aunque el Apartheid acabó oficialmente en 1992, el ciclo «Estructuras» pone de relieve la continuidad de no pocos factores de segregación e injusticia. En palabras del propio Goldblatt, las imágenes del ciclo cuentan “la dominación blanca de la que hemos salido. Revelan también nuestra nueva época, la de una democracia precaria, que recuerda tanto la de la dominación.”


En el cruce de las calles Commissioner y Eloff, Boksburgo (1979). Impresión de gelatina de plata, 40 x 30 cm.


Cuentan. El término es especialmente relevante porque la concepción del trabajo fotográfico en Goldblatt está centrada en la idea de narración. Él es ante todo un narrador, un storyteller como se dice en inglés, que intenta transmitir a través de las imágenes los acontecimientos de las vidas humanas, construyendo estelas de memoria. Impresiona verle en los vídeos que introducen las secciones, con sus largas manos desplazándose y señalando los motivos de fotografías y documentos. El narrador en acción.


Lawrence Matjee, 15 años, después de su agresión y detención por la Policía de Seguridad, Johannesburgo (1985). Impresión de gelatina de plata, 38 x 37,5 cm.


Sus fotografías van más allá de la perfección técnica. Poniendo como ejemplo el caso del Che Guevara, cuya imagen sigue viva mucho tiempo después de su muerte, a partir de las fotografías de Albert Korda, Goldblatt señala que “la fotografía no es simplemente la huella exacta del acontecimiento fotografiado. Es, singularmente y necesariamente, el resultado de ese acontecimiento.”
En conclusión, la fotografía como narración. Como él mismo indica: “Quiero hacer lo máximo con lo mínimo: una fotografía simple que se aproxime a lo que Jorge Luis Borges llamaba, a propósito de los escritores y de la escritura, ‘una complejidad modesta y secreta’.” Lo que él busca es transcender, ir del acontecimiento al relato. Y, claro, lo que así se despliega es, ante todo, un conjunto de narraciones visuales, con lo que nuestra comprensión se ilumina. Más allá del acontecimiento fugaz, la luz de la consciencia brota entre las sombras.


* Las leyendas que acompañan a las fotos son del propio David Goldblatt, que insiste en que se den completas en la publicación de artículos.

* David Goldblatt; Centro Pompidou, París. Comisaria: Karolina Ziebinska-Lewandowska. Del 21 de febrero al 13 de mayo de 2018.

* Publicado en ABC Cultural (http://www.abc.es/), nº 1.325, 14 de abril de 2018, pg. 23.




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